miércoles, 20 de abril de 2016


SÍNDROME CRUZADO SUPERIOR

Un mal entrenamiento, la falta de este o posturas inadecuadas por tiempos prolongados nos pueden llevar a compensaciones musculares. Esto quiere decir que algunos músculos se atrofien o debiliten y que otros se acorten e hiperactiven. Es el caso del síndrome cruzado superior, también conocido como síndrome hombro-cuello o síndrome cruzado proximal (Lieberson2006).

sindrome cruzado superior

Una muestra de ello es que el pectoral mayor y menor, trapecio superior, angular de la escápula y el esternocleidomastoideo se tensen y se acorten. En tanto que, trapecio inferior y medio con el serrato anterior y el romboides se debiliten (Chaitow 1996).

Estos cambios en el sistema músculo esquelético alteran la posición de la cabeza, el cuello y el hombro, generando a su vez tensión en el segmento cervical. Formando contracturas o puntos gatillo que a su vez generan dolor y molestia disminuyendo el desempeño laboral o deportivo.

La solución a estos problemas según Janda, es poder identificar las estructuras acortadas y liberarlas, para poder reeducarlas hacia una función más apropiada. En consecuencia si se sospecha de alguna de estas alteraciones, se siente dolor o molestia en aquellas zonas acudir con un especialista en la materia (fisioterapeuta).



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